El pasado sábado 12 de mayo realizamos una salida organizada por las educadoras ambientales de la Pobla de Vallbona por el mismo municipio, para acercar y enseñar a los asistentes las diferentes especies de pájaros que se pueden encontrar en los paisajes agrícolas que rodean la ciudad. El ayuntamiento consiguió reunir unas 30 personas, cosa que resultó todo un éxito puesto que este era el número de plazas disponibles, además de que la predicción meteorológica anunciaba lluvias. Aun así, el día empezó el día soleado y pudimos empezar la salida sin complicaciones, dividiéndonos en dos grupos guiados por Pilar y Manuel.
Nada más juntarnos en la estación del metro ya empezamos a ver las especies más comunes que nos acompañarían durante toda la mañana, palomas torcaces, gorriones comunes y molineros. Antes de salir, Manuel nos explica un poco sobre la migración y nidificación de los pájaros de zonas agrícolas, y una vez nos ponemos en marcha asustamos unos cuántas jilgueros y verdecillos. No pasa mucho tiempo hasta que empezamos a escuchar algunas especies típicas de estas zonas, como la cogujada común o lo cistícola buitrón, del cual muchos de los presentes habrán memorizado el canto, puesto que no dejamos de sentirlo en toda la salida.
Más adelante podamos, por fin, ver al buitrón al cual habíamos estado continuamente sintiendo, el comportamiento del cual parece indicar que su nido no anda lejos. Además, encontramos, en lontananza, en un alcaudón real puesto en un cable de la luz, y mientras nos paramos a observarlo, y Pilar nos cuenta cómo son capaces de imitar los cantos de sus presas para atraerlas, algunos asistentes aprovechan para aprender las diferencias entre aviones, golondrinas y vencejos, puesto que en esos momentos las tres especies comunes sobrevolaban al grupo. A continuación, y después de ver algunas especies nuevas como moritos, urracas y estorninos, paramos a comer algo antes de atravesar las vías del tren. Durante esta parada también pudimos escuchar una curruca cabecinegra y una perdiz, incluso se dejó ver un cernícalo, aunque bastante lejos como para necesitar prismáticos para apreciarlo.
Finalmente, nos juntamos los dos grupos, y aunque a partir de aquí no pudimos ver ninguna especie nueva, sí que Manuel, Pilar y Joan nos hicieron notar los cantos de escribanos trigueros, carboneros y abejarucos. Para acabar la jornada, escuchamos como Manuel nos explicaba qué son las egagrópilas, como se producen y la gran cantidad de información que podemos obtener de ellas.